viernes, 15 de octubre de 2010

YA ESTAS EN MIS BRAZOS


Por fin llego el gran día, este día tan deseado, tan soñado, tan esperado. Después de un embarazo tan laaaargo y un mes y pico con contracciones, “hoy era el parto”. Un parto donde se empuja con el alma, con el corazón, con las entrañas.
Es día 1 de agosto, domingo, nos hemos levantado, desayunado y nos hemos ido al súper a comprar provisiones para estos angeles del cielo, que en unas horas nos iban a dar la vida.
Todos nos comportábamos con normalidad, pero estaba claro que no era un día cualquiera, se palpaba el nerviosismo, la ilusión, la emoción, “hoy era un día mágico para todos”
Las horas que nos separaban de nuestros tesoros, por fin encontrados, las pasamos entre botes de leche, paquetes de pañales y muchas letras chinas que descifrar para no equivocarnos en las compras, ha sido muy divertido, eran como unos grandes almacenes y nosotros los únicos occidentales que había por allí, así que todo el mundo nos miraba extrañados.
Entre tanto, alguno recordaba; “ Madre mía si quedan solo 3h., donde estarán, y los nervios se acentuaban mas, si cabe.
Luego comimos en el hotel, los nervios crecían, pero eran unos nervios placenteros, que nos dejaban cara de tontos, que hacían que se nos escapara una sonrisa constantemente.
Luís, nos dijo que las niñas llegarían sobre las 3h., que estuviéramos localizados en las habitaciones. Todavía, o ya solo, según se mire, nos quedaba 1 h. de espera. 1 hora te separaba de nuestros brazos, nuestros besos, nuestros mimos.
Decidimos esperar en el hall del hotel, así esperábamos todos juntos y se nos pasaba mas rápida la espera. Los nervios seguían creciendo.
Lo nuestro mas que un encuentro fue un atropello. Antes de las 3h. una mujer entro en el hotel con una niña en brazos, una niña pequeña, delgadita, con cara de sueño, de extrañeza, la mire y vi. que era la nuestra, era Candela, era nuestra hija Uffffffff que momento. No te voy a poder explicar lo que sentí, no encuentro palabras para explicar algo tan grande. La mujer se acerco a Luís, yo te seguía mirando y mirando, estábamos como bloqueados, deseaba acercarme y abrazarte, tanto tanto que sentí un peso muy muy fuerte en el corazón y tuve que hacer un gran esfuerzo para no ponerme, ya, a llorar, pero no se si lo conseguí.
La mujer hablaba con Luís y nosotros no entendíamos nada, pero de lo que no había duda era que eras nuestra HIJA CANDELA.
Por fin Luís se acerco y nos dijo, es vuestra hija, y la mujer te puso en mis brazos. Fue todo muy rápido, y muy confuso, pero fue maravilloso. No me canso de decir que esto es algo mágico. Hacia solo un rato eras solo una ilusión alimentada durante más de 6 años, una esperanza, un sueño. Ahora eras real, ahora te abrazaba, te llenaba de besos.
Eras nuestra hija, habías nacido a miles de KM. de nuestra casa, tu casa ahora. Pero el destino nos había unido, después de años, de luchas, de desilusiones, de caer una y otra vez en el camino hacia ti. Tú, y no otra, eres nuestra hija. Y así lo sentimos.
En seguida nos agachamos para que tu hermanita Sara te viera, le dijimos, Sara dile algo a tu hermanita y ella súper dulce y feliz te acaricio y te dijo, HOLA CARIÑO, y te dio un besito. Ese fue el segundo mejor momento del día, ya no pude mas aguantar la emoción y me puse a llorar, pero Sara me pregunto que porque lloraba, le dije que no pasaba nada, que mama era muy feliz. Sara solo quería que darte los regalitos que traíamos para ti, no paraba de darte besos y abrazarte. Fue precioso.
Te subimos a la habitación y allí te quitamos el body que llevabas, hacías una olor muy dulce, no la identifico con nada, pero muy muy agradable, ojala pudiera guardar ese olor para siempre en mi memoria. Estas mas delgadita de lo que esperaba, pesas 6.5 K., se te notan las costillas, pero se te ve sana y fuerte, te mantienes sentada y te acunas solita, dices eaeaaaa y te balanceas, imagino que no tendrías a nadie que te acunara, pero no sufras ahora estoy yo para que no lo hagas sola. Tienes la cabeza muy ancha, tanto como el frontal del pecho. No lloraste en ningún momento, pero si hacías un sonido, un suspiro como de pena o más bien de susto.
Te hicimos un bibe, que Sara me ayudo a dártelo y así comenzó nuestra vida juntos.

4 comentarios:

Carmen dijo...

aisss que alegria poder leer esto, me alegro muchisimo de qu ya esteis juntos y que Candela este bien, me encnata la fotos, que tierna Sara, un besos y disfrutar muchisimo del viaje de vuestra vida.

María dijo...

esther q bonito, q emocionante!!! ya estais los cuatro juntos, disfrutad de vuestra nueva vida.
Un beso
maría

Ester dijo...

joooooo me has echo llorar!!! super bonito tu entrada...cuantos sentimientos...que ganas de vivirlos!!!!

Muchos besitos y gracias por compartirlo.

Ester.

Ya somos cuatro dijo...

esther maravilloso relato, maravillosa fotografia, es precioso..
felicidades
besos
isa